Enseñanzas de la migración del profeta Muhammad, paz y bendiciones sobre él (I parte)

Inna al hamda lillah, nahmaduhu ua nasta‘inuhu ua nastagfiruh. Ua na‘udhu billahi min shururi anfusina ua min saii'ati a‘malina. Man iahdihillahu fala mudilla lah, ua man iudlil fala hadia lah. Ua ashhadu an la ilaha illa Aláhu uahdahu la sharika lahu ua ashhadu anna Mujámmadan ‘abduhu ua rasuluh-
(Ciertamente las alabanzas pertenecen a Aláh. A Él alabamos, pedimos ayuda y rogamos perdón. Nos refugiamos en Aláh contra el mal de nuestro ego y la maldad de nuestras acciones. Aquel a quien Aláh guía nada lo puede desviar, y aquel a quien Aláh desvía nada lo puede guiar. Atestiguo que nada ni nadie tiene derecho a ser adorado salvo Aláh, Único y sin copartícipes, y atestiguo que Mujámmad es Su siervo y Mensajero”.)
“¡Oh, creyentes! Temed a Aláh como es debido y no muráis sino sometidos a Él”. (3:102)
“¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su esposa e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a Aláh, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco. Por cierto que Aláh os observa”. (4:1)
“¡Oh, creyentes! Temed a Aláh, y hablad sólo con fundamento. Él hará prosperar vuestras obras y perdonará vuestros pecados. Sabed que quien obedece a Aláh y a Su Mensajero obtendrá un triunfo grandioso”. (33:70-71)
Amma ba‘d (a continuación...):
Fa inna jaira al hadizi kitabullah, ua jairu al huda huda Mujámmadin ua sharru al umuri muhdazatuha, ua kullu muhdazatin bid‘ah ua kullu bid‘atin dalalah ua kullu dalalatin fi an nar-
(Ciertamente las mejores palabras son el Libro de Aláh, la mejor guía es la guía de Mujámmad y los peores asuntos son los inventos. Todo invento en la religión es una innovación, toda innovación es perdición y toda perdición lleva al Fuego del Infierno”.)
Atestiguo que no hay otro dios más que Allah, único, sin asociados, y atestiguo que Muhammad es su siervo y mensajero, que Allah lo bendiga y le de paz infinita, así como a su familia, y sus compañeros.
Enseñanzas de la Emigración del Profeta Muhammad (salalahu a’laihi wa salam) (Primera parte).
“¡Creyentes! Temed a Allah  con el temor que Le es debido y no muráis sino como musulmanes sometidos a Él”. [Corán 3:102]
¡Musulmanes! Temed a Allah y reflexionad sobre la realidad de vuestro Din, y adorad a Allah con conocimiento.  No hay lugar en esta religión para la ignorancia o el seguimiento ciego de tradiciones sin bases ni pruebas del Corán o la Sunnah.  
¡Hermanos en el Islam! Allah envió a su Profeta Muhammad (saw) con un mensaje que llena los corazones de luz, que ilumina el intelecto y la reflexión, y es por eso que quien piensa, reflexiona e investiga no encuentra frente a sí otro camino que abrazar el Islam.
Sin embargo, el Profeta Muhammad (saw) encontró de su pueblo incomprensión, persecución, tortura y murallas a la divulgación de su mensaje. No le permitían hablar en público. Lo boicoteaban económicamente. Perseguían y torturaban a los más débiles. Asesinaban a los que no tenían protección de familiares poderosos o influyentes. Ante esta situación, Allah le permitió al Profeta (saw) y los creyentes que emigraran a una ciudad que los estaba esperando para vivir el Islam, y aplicarlo en toda su magnitud. Una ciudad que anhelaba tener entre ellos al último profeta, al Mensajero de Allah (saw). Así fue como el Profeta (saw) le ordenó a sus compañeros que fueran emigrando en secreto, para no ser atrapados y devueltos a La Meca. Los creyentes fueron emigrando poco a poco, en muchos casos abandonando todas sus riquezas y posesiones, con la esperanza de poder vivir tranquilamente su islam. Luego de que la enorme mayoría de los creyentes hubo emigrado, Allah autorizó al Profeta Muhammad (saw) a emigrar. Este proceso de la emigración nos deja diversas enseñanzas, entre ellas:
Enseñanza n° 1: Quien abandona algo que le es amado siguiendo la orden de Allah, Allah lo recompensa con algo mejor.
Los musulmanes de la Meca sufrieron persecución durante 13 años, pero amaban esa ciudad, incluso se registra que el Profeta (saw) dijo cuando abandonaba la ciudad: “Oh Meca, tu eres la ciudad más amada para Allah, eres la ciudad más amada para mi, y si no fuera porque los idólatras me están expulsando, no te dejaría…” pero por amor a Allah, siguiendo su orden cuando los musulmanes dejaron su tierra natal y sus posesiones siguiendo la orden de emigrar por la causa de Allah, Allah los recompensó con la fe, con una sociedad que los respetaba y admiraba y con la honra de la nación islámica hasta el día del Juicio Final. 
Enseñanza n° 2: Que los creyentes deben aferrarse a la fe en los momentos difíciles y ser pacientes.
Ya que los musulmanes soportaron no un día o dos de persecución, sino 13 largos años.
El Profeta (saw) le dio ánimo y esperanza a Abu Bakr, cuando este desesperaba pensando que los incrédulos que los perseguían podían encontrarlos y así matar al Profeta (saw). Pero Muhammad le contestó serenamente: “¿Qué piensas de dos cuyo tercero es Allah?”
Por eso Allah reveló el siguiente versículo:
“Sepan que Allah lo auxilió aquella vez que los incrédulos lo expulsaron [de La Meca], cuando estando en la caverna con su compañero [Abu Bakr] le dijo: No te entristezcas, pues Allah está con nosotros. Entonces, Allah hizo descender Su sosiego sobre él [Abu Bakr], les socorrió con un ejército [de ángeles] que no veían, y dispuso que el propósito de los incrédulos se desvaneciera y que el Mensaje de Allah sea el que prevalezca”. (9:40)
En los momentos difíciles sale a relucir la fe en los creyentes, mientras que los hipócritas y los de poca fe desesperan y pierden su esperanza en Allah.
El musulmán debe tener confianza en que la victoria llega con la paciencia, porque en el comienzo la situación fue dura y difícil para los creyentes. Pero estos se aferraron a la fe, fueron obedientes y sacrificaron las cosas que más amaban por la causa de Allah, y finalmente llegó el desahogo y la victoria para quienes tanto sufrieron.
Enseñanza n° 3: El equilibrio entre la utilización de los medios evidentes para obtener los objetivos deseados y encomendarse a Allah.
Ya que el Profeta (saw) pagó a un guía no musulmán para que lo guiara por un camino que no pudieran seguir los incrédulos que le perseguían.
Además, ocultó el camino que iba a seguir, para que no pudieran atraparlo. Pero a pesar de esto, tenía su corazón orientado hacia Allah, que sólo Él podría protegerlo de sus perseguidores.
Enseñanza n° 4: La certeza que el éxito final corresponde a los temerosos de Allah que obran rectamente.
Ya que el Profeta (saw) y los musulmanes sufrieron persecución y muerte, pero al final fueron ellos los que triunfaron. Puede que el mal y sus soldados dominen durante algún tiempo sembrando la corrupción y la muerte, pero finalmente la seguridad, el respeto y la paz volverán tarde o temprano y los creyentes serán los últimos en sonreír.
Finalmente debemos saber, que la emigración fue una gran lección de hermandad, ya que unió a dos pueblos (emigrantes y residentes, muhayirin y Ansar) sobre la base de la fe y el amor por Allah y la solidaridad con el prójimo, destruyendo conceptos de fanatismo como la nacionalidad, la complicidad en el crimen por la familiaridad o la pertenencia a alguna tribu o amiguismo.
Quiera Allah concedernos comprender toda esta enseñanza y poder aplicarla en nuestras propias vidas y construir en base a ello una sociedad y comunidad adulta y aferrada a los principios islámicos de monoteísmo, justicia, verdad y solidaridad.
Oh Señor dale la paz a Muhammad y su familia, y complácete Oh Señor de sus compañeros, y los cuatros califas bien guiados. Señor dale la victoria al Islam y a los musulmanes, Señor nuestro danos en esta vida lo bueno, así como en la otra vida también.  Oh Allah, te pedimos que protejas a nuestros hermanos palestinos de los crímenes horrendos y la tiranía que ejerce sobre ellos el estado terrorista de Israel.
Oh siervos de Allah, por cierto que Allah les ordena la justicia y la bondad, y prohíbe la deshonestidad y lo perverso. Hermanos y hermanas en el islam pidan paz y bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios nos enseña en el Corán:
“Ciertamente Allah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él”. [Corán 33:56]


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