La sabiduría que encierra la prescripción del ayuno

El ayuno es una forma de procurar la protección de Allah contra el Infierno a través del cumplimiento de Sus mandatos y el alejamiento de Sus prohibiciones.
El ayuno acostumbra al hombre a controlar su ego, ganar entereza, cumplir con sus responsabilidades y tener paciencia ante las dificultades.
El ayuno hace que el musulmán comparta el dolor que sienten sus hermanos necesitados. Esto lo lleva a ser más desprendido y caritativo para con los pobres y menesterosos, lográndose así el amor y la fraternidad humana.
El ayuno es una purificación del espíritu, pues limpia el alma de las costumbres viciosas y las malas compañías. En el ayuno, también, hay descanso para el aparato digestivo para que recupere su fuerza y eficacia en sus funciones.
El ayuno del mes de ramadán es uno de los pilares prácticos del islam, y fue prescrito por Alah en el año segundo de la Hégira.
El mes de ramadán es el mejor de los meses. Las diez últimas noches de ramadán son mejores que las noches de los primeros diez días de Dhu Al-Hiyyah. El día viernes es el mejor día de la semana. El “Día del Sacrificio” (décimo día de Dhu Al-Hiyyah) es el mejor día del año. La “Noche del Destino” (Lailah Al-Qadr) es la mejor noche del año.

Tomado de: Muhammad ibn Ibrahim Al-Tuwaiyri (2011) [1432]. "La sabiduría que encierra la prescripción del ayuno" en: Compendio de Derecho Islámico: Los actos de adoración, IslamHouse.com (Trad. Sheikh Muhammad Isa García), pp. 234.

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